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El Voto popular de la Trienal de Tijuana: Internacional Pictórica

Por Joaquín Arteaga


Seguramente te has encontrado o has participado en algún concurso en redes sociales donde el comentario con más likes se convierte en ganador de algún producto muestra. Estos concursos de likes, como te podrás imaginar, buscan aumentar la visibilidad y el tráfico de una cuenta al incentivar a los seguidores a votar y compartir. Pero ¿te imaginas que pasaría si siguiéramos esta misma dinámica para decidir a los ganadores de apoyos económicos organizados por instituciones gubernamentales? ¿quién crees que tendría más oportunidades de ganar estos concursos? ¿qué habilidades tendrían que desarrollar artistas y gestores para promocionar actividades y objetos culturales?

En línea con estas preguntas, desde su primera edición en el 2021, la Trienal de Tijuana: Internacional Pictórica[1]  ha implementado un novedoso sistema para elegir a la ganadora o ganador del certamen. En este sistema el total de votos para elegir a los ganadores se divide en tres partes:

●    Voto del curador o curadora: Un perfil experto en arte invitado especialmente para el certamen.

●  Voto de los artistas seleccionados: Aquellos artistas que están participando en el certamen.

●      Voto popular: Generado por el público mediante una votación en línea.


Cada uno de estos votos cuenta por un tercio en la decisión final, lo cual buscó equilibrar diferentes perspectivas sobre las obras. Resultado de esta dinámica se dió a conocer el jueves 29 de agosto que el primer premio es para la artista mexicana Samara Colina, por su pieza “Pese a todo, la alegría del encuentro” y otorgando dos menciones honoríficas a María Orozco (México) y Enrique Rubio  cabe mencionar que el primer lugar fue acreedor de un millón de pesos y ambas menciones honoríficas del certamen doscientos cincuenta mil pesos.

Figura 1. Pese a todo, la alegría del encuentro (2023) de Samara Colina. Óleo sobre tela, 100 x 120 cm. Imagen tomada de la página https://votaciontrienal2024.mx


Pero no es la pieza ganadora lo que se pretende discutir en este artículo, sino las consideraciones que se le dieron a los usuarios digitales y las implicaciones que estas suponen en la experiencia de estos mismos usuarios para apreciar y evaluar la obra. De manera puntual, la votación estuvo disponible del 2 al 27 de agosto y se llevó a cabo a través de un link de acceso que se podía encontrar en la página oficial de la trienal y en las notas que hicieron promoción del certamen. Al entrar a esta página nos encontrábamos con un catálogo digital de las obras seleccionadas y podiamos consultar el registro fotográfico y en algunos casos en video, de las piezas artísticas seleccionadas; además de un texto explicativo y la ficha técnica correspondiente.

Si tuviste la oportunidad formar parte del voto popular, te habrás dado cuenta de que la experiencia de usuario en la plataforma digital beneficiaba la apreciación de algunas obras más que otras. Por ejemplo, las piezas en donde: la escala, el movimiento o el material eran elementos centrales de la propuesta artística parecian perderse en la resolución y dimensiones de nuestra pantalla. Esto ya supone una ventaja o desventaja para los artistas según las características formales[2] de su obra. Por ejemplo, aquellas obras que incorporan como elemento principal la escala aberrante, la tridimensionalidad o la interacción con el espectador como: instalaciones, proyectos in situ o piezas interactivas; tambien se vieron afectadas por el formato de la pantalla en que conocimos la obra. Por el contrario, piezas realizadas con medios digitales cuyo soporte natural son las pantallas se vieron beneficiadas.


Figura 2. Después de 10 años entre el mar y mi afecto nos volvimos a encontrar (2023) de María Orozco. Fragmentos de óleo de 1995 y acrílico de 2023 sobre tela, 180 x 180 cm. Imagen tomada de la página https://votaciontrienal2024.mx 


Si nos fijamos en nuestra experiencia como usuarios digitales, la crítica a la creación de públicos y dinámicas espectador-obra cobran un sentido extra sobre lo que supone leer el papel que tiene el voto popular dentro del certamen de la Trienal de Tijuana. Si bien la inclusión del voto popular abre la posibilidad de que participemos sujetos de diferentes latitudes, copta nuestra experiencia como espectadores-digitales a un proceso intelectual o de imaginación que podría no corresponder con la experiencia física.

En otras palabras, la dinámica de selección de la Trienal de Tijuana parece pasar por alto la experiencia del usuario digital, lo cual afecta tanto su criterio como votantes como el principio democrático en el que se basa la participación de los tres “grupos de votantes”. Esto es de suma importancia y se da por dos motivos concretos.

En primer lugar, la experiencia en el espacio digital no es la misma que en el espacio físico. Aunque esta observación puede parecer obvia, es fundamental reconocer que existen ventajas y desventajas en el espacio físico que no se conciben en un proyecto digital, y viceversa. La investigadora especializada en arte medial e Internet, Doreen Ríos (n.d.), nos recuerda que, desde los primeros años de la integración del Internet en la vida cotidiana, museos, galerías e instituciones artísticas se han esforzado por explorar adecuaciones y posibilidades particulares de la relación entre Internet y espacios expositivos. Pero esta historia no ha estado exenta de retos.

El segundo motivo, tiene que ver con lo que pareciera ser el uso superficial en qué la participación en el espacio digital sigue cierta utopía metodológica[3]. A propósito de esta tradición, Ríos (n.d.) señala que durante las primeras décadas del Internet (1960-1980) se formó una utopía sobre el Internet como "una tecnología que democratizaría el acceso a la información reduciría la censura y permitiría ampliar las comunicaciones en todo el mundo" (párrafo 2).

La dinámica de selección de la Trienal de Tijuana parece seguir esta misma utopia. La ejecución de la votación popular parece pasar por alto la experiencia del usuario digital, lo cual afecta la efectividad de la experiencia estética y el principio democrático, en el que se basa el diseño del proceso de selección triple.



Figura 3. Woolander (2023) de Enrique Rubio. Técnica de fieltro agujado, 95 x 77 cm. Imagen cortesía de la artista, Enrique Rubio, México Imagen tomada de la página https://votaciontrienal2024.mx 


Para terminar, quisiera remarcar que este artículo no pretende abordar aspectos relacionados con la decisión del jurado y la posición que asume la Trienal, entre los que cabria preguntarse como este certamen se podria convertir en un referente para cuestionar ¿Qué es lo pictórico? y ¿Dónde están sus límites con la fotografía, la escultura o el textil? En cambio, este articulo busca plantear preguntas sobre el diseño de dinámicas que contemplen la participación y el entorno digital como parte de proyectos artísticos. De ahi que el caso de la Trienal de Tijuana se aborda para desmenuzar algunod detalles de la compleja red de relaciones que pone en marcha la gestión cultural en el espacio digital. Con esto en mente, resulta importante concluir señalando que es primordial reconocer el papel que juegan los mismos artistas en la auto-promoción, auto-financiamiento y producción teórica sobre su cuerpo de obra.

 

[1] Cabe destacar que La Trienal de Tijuana: Internacional Pictórica está a cargo del Centro Cultural Tijuana (Cecut) Fue fundada en el año 2012 por iniciativa de Alvaro Blancarte y con el apoyo de Roberto Rosique y Heriberto Yépez. CECUT es parte de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, se encarga de promover y producir expresiones culturales y artísticas del noroeste del país, además de difundir el patrimonio histórico, artístico y cultural tanto de México como a nivel global.

[2] En el ámbito  de la pintura, el concepto de "características formales" se refiere a los elementos materiales y técnicos que componen una obra en tanto forma, usualmente se incluyen elementos como:  composición (organización de los elementos), el color (paleta y efectos cromáticos), la línea (tipos y calidad de las líneas), la textura (superficie y aplicación de pintura), la proporción (relación de tamaño y escala), la perspectiva (representación de profundidad), la iluminación (uso de luz y sombra), y el espacio (uso y representación del espacio en el lienzo).

[3] Utopía Metodológica es un término acuñado por David Gonzáles Hernández, el concepto se utiliza para designar un marco metodológico que “pone en relieve el hecho de que el objeto de análisis es el proceso de producción de sentido” y con ello el papel de la participación se vuelve central pues “es una manera de ver un carácter distintivo de intervención a partir del uso de medios y el pensamiento crítico” (González, 2022, p12)



Referencias

 

González Hernández, D. (2022). Hacia una cultura participativa crítica: Utopía metodológica y alfabetización mediática basada en la producción digital. En J. M. Corona-Rodríguez & G. Orozco Gómez (Coords.), Alfabetismos mediáticos participativos: Propuestas conceptuales y recuentos empíricos (pp. 11-28). Editorial Tintable.

Ríos, D. A. (n.d.). Espacios líquidos: Tipologías en mutación para espacios expositivos en Internet. Anti-Materia. https://anti-materia.org/espacios-liquidos

Secretaría de Cultura. (2024, 5 de agosto). Fue inaugurada en Cecut la Trienal de Tijuana: 2. Internacional pictórica, e inicia la respectiva votación. https://www.gob.mx/cultura/prensa/fue-inaugurada-en-cecut-la-trienal-de-tijuana-2-internacional-pictorica-e-inicia-la-respectiva-votacion#:~:text=Desde%20las%2019%3A00%20horas,artistas%20seleccionados%2C%20es%20que%20se

Trienal de Tijuana. (n.d.). Información. Centro Cultural Tijuana. https://trienal.cecut.gob.mx/informacion-2/

Trienal de Tijuana. (n.d.). Convocatoria. Centro Cultural Tijuana. https://trienal.cecut.gob.mx/informacion-2/






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